Son pocas las noticias que se tienen del origen de este templo, pero debido a su localización, es probable que su historia esté ligada a la residencia de la Orden de Belén, en el cercano santuario de La Guadalupana.
Muchos documentos sugieren que el edificio original fue re-ubicado.
Hacia mediados del siglo 19 estaba en tan malas condiciones que el obispo Buenaventura Blanco y Elguero decidió reconstruirlo y los trabajos avanzaron rápidamente entre 1854 y 1855.
En el último cuarto del siglo 19, el archidiácono Hipólito Ortiz y Camacho usó su riqueza personal para finalizar el edificio de la forma en que lo conocemos ahora.
Su peculiar frente y ornamentaciones inferiores corresponden exactamente a ese tiempo, cuando la influencia del obispo Gillow estuvo presente en el arreglo de todas las iglesias de la diócesis.
Copyright © 2008 - 2021 ExploringOaxaca.com Todos los derechos reservados.
20210121-1842 0.8MB 0.0007s